martes, 24 de noviembre de 2009

Honduras, la jugarreta de EU

INSEGURIDAD
25/noviembre/2009

*Atole con el dedo para Manuel Zelaya
*La democracia está amenazada en AL

Claro que sí. Por mucho que trataron de negarlo, los Estados Unidos han estado, desde la penumbra, encubriendo y protegiendo al golpista Roberto Micheletti Baín y sus seguidores. A estas alturas del partido, ya no interesa si el presidente Barack Obama sabía, y está detrás de la jugada o no. O si se trata tan sólo de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el representante diplomático, el embajador Hugo Llorens, como únicos implicados. O si, en todo caso, está solamente la extrema derecha republicana. Todos, por comisión u omisión son los responsables.
La explicación es muy sencilla. Intentaron por todos los medios posibles, hasta que lo lograron, voltear la tortilla a Manuel Zelaya Rosales y a los hondureños, al hacerlos creer que vendría el retorno del presidente constitucional al poder, quedando la decisión en manos del Congreso Nacional hondureño. Pero eso solo desvió el foco de atención de todos, para después dejar el caso en stand by, porque el Congreso ni siquiera recibió a la comisión encargada de entregar el documento oficial, producto de la negociación que contenía las firmas del convenio. Tenían, los mismos legisladores que colgaron ilegítimamente la estafeta presidencial en el golpista Micheletti, asuntos más importantes qué hacer ese día.
Y de ahí para adelante. Puras largas al asunto. Así lo firmamos en este espacio: falta que el Congreso cumpla, porque del plato a la boca se cae la sopa. Como fue. Vino el desencanto de todos los que verdaderamente creían que las cosas estaban cambiando para bien. Pero Zelaya no ha regresado al poder. Ni regresará, al menos en los términos previos pactados. El Congreso de su país no revisará el tema a unos días de la jornada electoral. Las elecciones para nuevo presidente son este domingo 29. Y, tanto los que urdieron el golpe como los que lo apoyan quemaron ya los tiempos.
Puras largas. Como el ardid de Micheletti de retirarse a partir de hoy (del miércoles 25 al 2 de diciembre) durante ocho días en lo que transcurre el proceso electoral. Se vaya o no, de nada sirve porque no resuelve. Los primeros en avalar el “retiro voluntario” del golpista fueron los EU. No se irá; con todo y que se vaya. Para EU, el presidente de facto es el presidente de Honduras. Así lo han sostenido, pese a las presuntas amenazas iniciales de retirarle los apoyos. Lo que en la práctica no han hecho nunca.
Por eso dijo en su momento Manuel Zelaya que los EU lo habían dejado tirado a la mitad del río. Porque lo alentaron, sin apoyarlo realmente, orillándolo a una negociación de papel para luego abandonarlo. En realidad lo habían dejado solo mucho antes del golpe. Como él mismo lo reconoce: es la derecha de EU la que no lo quería en el poder. Hasta que lo sacaron. Y ante esas circunstancias, ahora no lo apoyarán.
Pero eso los desnuda de cuerpo entero. En otras palabras, los EU han estado siempre con los golpistas que derrocaron a Manuel Zelaya del gobierno legítimo de aquel país centroamericano. Al presidente constitucional, depuesto tras el golpe de Estado del 23 de junio, le armaron la jugada. Pero no sólo a él, también al pueblo hondureño, a quien hicieron creer en la voluntad política de los golpistas. Formaron comisiones para “negociar” con Zelaya haciendo creer que dichos convenios resolverían la crisis. Restando que el Congreso Nacional le pusiera una fecha al retorno de Zelaya.
A partir de ahora, con la elección, pretenden resolverlo todo. No importa que los gobiernos Latinoamericanos desconozcan el proceso si antes no regresa Zelaya. Pero esa es la nueva tirada de EU: legitimar a los golpistas, no restablecer el orden constitucional y reconocer a los que resulten electos. Pero subsiste claramente un tema que no han dicho cómo resolverán. Nadie les creerá —gane quien gane la contienda— que no metieron las manos para poner candidatos a modo, como resulta con los principales contendientes.
Tanto Porfirio Lobo del Partido Nacional (PN, de derecha), como Alvin Santos del Partido Liberal (PL, igualmente de derecha) son ahora posibles alfiles del poder de facto. Según declaraciones de ambos, esperan dar vuelta a la página para poner fin a la crisis política. Pero no hay garantía alguna de que así sea. Por eso la crisis no terminará ahí. Es lo más probable.
Por eso la suspicacia en la elección del domingo 29. Y por ello la importancia de mantener el desconocimiento del proceso hasta el restablecimiento democrático. Parar la burla a los hondureños. Detener el fraude cometido en contra de la democracia en ese pequeño país, que tiene repercusiones en el continente Latinoamericano. Es increíble que todavía existan las imposiciones desde afuera de peleles al servicio de poderes externos. Como Micheletti que sirve a los intereses de EU. La misma política del siglo XX: colocar gobiernos a modo.
Por lo mismo, parar la intentona del imperio estadounidense es una obligación de todos. A gobiernos y pueblos les compete luchar para el restablecimiento de la institucionalidad y la democracia hondureña. Por eso el retorno de Manuel Zelaya al poder es importante. Bien lo dijo Zelaya hace unos días. El restablecimiento depende de EU. De querer, en un tris resuelve la crisis. Pero seguirá en tanto apoye a Micheletti. El golpista dice que se irá unos días del poder, “a permitirse un espacio de reflexión antes de las elecciones”. Zelaya le pide que se vaya, pero “para siempre”. Micheletti tiene metidas las manos en las elecciones del próximo domingo. Con eso, la democracia en Honduras y el continente está amenazada. Porque un presidente ilegítimo no puede garantizar nunca la legitimidad de una elección. Como tampoco la democracia se construye entre penumbras.


Correo: sgb33@hotmail.com, http://lavidaespoesa.blogspot.com.
(*) Sociólogo, exdirector del periódico El Día.

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