martes, 17 de noviembre de 2009

APEC, sin cambio climático

INSEGURIDAD
17/noviembre/2009

*Tema de la agenda, acuerdo pospuesto
*Economía mundial: cada quien lo suyo

La reunión de la APEC que apenas concluyó en Singapur, no dio los resultados esperados por el mundo. Al menos en el tema ecológico por el deterioro en el cambio climático, que es cada vez mayor. Con todo y que se reunieron por un periodo de 5 días (del 10 al 15), los países del Foro Económico Asia-Pacífico, dejaron colgados a todos los que se preocupan por el medio ambiente, entre ellos a los ecologistas.
Así, pese a que el cambio climático era un tema de la agenda, se habían colocado más expectativas de las probables para esta reunión. En parte porque es un foro regional. Pese a que se creó en 1989 como “foro multilateral”, tiene por finalidad la de consolidar el crecimiento de los países del Pacífico, en temas relacionados con el intercambio comercial a partir de la cooperación económica y los flujos de inversión. No obstante tratarse de un foro importante, porque entre los 21 países integrantes de APEC (Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia, Taiwán y Vietnam), conforman el 56 por ciento de la producción mundial y el 46 porcentual del comercio global. Nada despreciable.
En gran medida, también, porque el proceso de negociación debe ser tan incluyente que comprenda a todos los países industrializados del mundo, ausentes de esta reunión de APEC. En parte porque, con todo y que coincidan en otro tipo de reuniones periódicas, los líderes del G-8 (más Rusia), por ejemplo, o el Grupo de los 20 —ni se diga reuniones de las Naciones Unidas—, la oposición de aquellos países que más contaminan el medio ambiente, como los propios Estados Unidos que tiene los indicadores más elevados, impiden avanzar en las negociaciones y la posible firma de acuerdos.
A todos, principalmente al mundo occidental, les interesa más, por ahora, la economía. Salir de la gran crisis que arrastra a casi todo el mundo, excepto a una de las principales economías de Asia, como sucede con China. También la India ha escapado del arrastre de la crisis del mundo occidental que está hundido a las economías en sus propias contradicciones, tan grave como la del 29 del siglo XX.
La esperanza quedó pospuesta para la reunión ex profeso, la “Cumbre sobre el Cambio Climático” que ocurrirá en unas tres semanas en Copenhague y reunirá a 192 países, según revelaciones del ministro danés Lars Lokke Rasmussen. Con todo y que el propio presidente de los EU, Barack Obama refirió que Dinamarca será tan solo “una parada en el camino”; es decir, porque tampoco habrá las condiciones para llegar a la suscripción de un acuerdo global sobre el clima.
Así abordaron el tema los EU: “Hubo una evaluación de los líderes de que no es realista esperar que un tratado completo, que sea legalmente vinculante en el ámbito internacional, pudiera ser negociado entre ahora y Copenhague, que comienza en 22 días”, dijo Michael Froman, asesor de seguridad nacional de Obama.
La cumbre de la APEC terminó y emitió un comunicado donde se asume que “el desarrollo económico deberás ser compatible con los esfuerzos mundiales por proteger el medio ambiente y luchar por el cambio climático”. Pero nada más que eso: declaraciones.
La verdad es que la adopción de políticas que se ocupen por el deterioro del medio ambiente, que deriva en el cambio climático del planeta, no le preocupará a los políticos —pero más que nada y principalmente a los inversionistas, a los hombres poseedores de las grandes fortunas; los que mueven los grandes negocios en la industria, los propietarios de las empresas que más contaminan— de los países capitalistas desarrollados hasta en tanto que las energías renovables no sean una exigencia y un negocio.
Y eso ocurrirá sólo por dos circunstancias: 1) cuando los daños a la tierra, en muchos sentidos contaminada, sean irreversibles, o casi, y 2) en la medida que la energía derivada de los hidrocarburos esté por acabarse. Antes de eso no habrá interés económico alguno, porque adoptar energías renovables hasta la fecha resulta costoso en términos de ganancia.
Es decir, primero la rentabilidad, el negocio y la tasa de ganancia, antes que las condiciones naturales. Sin importar el deterioro porque el capital es rapaz por naturaleza. Coloca en primer término el beneficio, después lo que no interesa. Pero el enfoque cambiará cuando la ciencia misma avance al grado tal que la aplicación de tecnologías que utilicen la energía renovable sea también un negocio importante. Y sea un negocio de los “grandes”.
Porque, la parte estructural del problema de la industria, hasta ahora, es que la principal fuente de energía que la mueve deriva del petróleo. Y la energía renovable tendrá utilidad en tanto no sacrifique parte alguna de la ganancia de los inversionistas, o que sea un potencial negocio.
Por eso es que los acuerdos globales por cuidar en medio ambiente no caminan. Mucho menos ahora que todos gobiernos de los países están ocupados en encontrar medidas —poco costosas, claro— para salir de la crisis económica actual. Y protegidos entre ellos con barredas de todo tipo. Palabras al aire, como las que lanzó el presidente Felipe Calderón en la APEC, de revertir el proteccionismo de los países desarrollados. Cuando eso a nadie le interesa ahora, porque todos los gobiernos protegen a sus propias economías de la “libre competencia” y el “libre mercado”.
__
Correos: sgb33@hotmail.com, http://lavidaespoesa.blogspot.com/
(*) Sociólogo. Exdirector de El Día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario