lunes, 22 de febrero de 2010

Galván, la insistencia

INSEGURIDAD
21/febrero/2010

*El discurso del Día del Ejército
*Propuesta desde el Gabinete de SN

Está ampliándose el consenso. Parece que ahora sí, las palabras del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el general Guillermo Galván Galván, fueron bien entendidas por todo el mundo. Pero porque el mensaje del Día del Ejército, el pasado viernes, fue todavía más claro y directo.
Es decir, que el Ejército está obedeciendo la encomienda presidencial de combatir el flagelo del narcotráfico y del crimen organizado en territorio nacional. Y los resultados están a la vista, según datos de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados. En los tres años que lleva en la calle, se han destruido 2 mil 485 pistas de aterrizaje clandestinas y decomisado 447 aeronaves; incautado 47 mil 364 armas, 84 mil 563 cargadores y 4 millones 542 mil 647 cartuchos. Unas 134 embarcaciones y 15 mil 995 vehículos. Más de 10 millones de pastillas sicotrópicas, y erradicado 101 mil 351 hectáreas de cultivos. Se han confiscado 156 millones 727 mil 416 pesos y 114 millones 392 mil 355 dólares.
Pero los logros no paran en eso. En la lucha, el Ejército ha destruido 59 mil 979 hectáreas de mariguana, y 41 mil 372 hectáreas de amapola. Se han decomisado 5 millones 810 mil 225 kilos de mariguana, y 25 mil 522 kilos de semilla de amapola, y 10 millones 729 mil 117 pastillas sicotrópicas. Igual se han destruido 270 narcolaboratorios, 15 mil 505 kilos de sustancias químicas y 11 mil 841 secaderos. El número de detenidos ha sido de 19 mil 882 personas ligadas con la actividad.
La inclusión del Ejército en el combate al narcotráfico ha crecido hasta alcanzar la cifra de 94 mil 540 militares, poco menos de la mitad de los 202 mil 355 efectivos, según el dato de 2009 en el tercer Informe presidencial. De los 20 mil efectivos que eran en el 2006, el último año de la presidencia de Vicente Fox, la cifra aumentó a 30 mil en 2007. Cantidad que creció a los 49 mil, conforme aumentaron los operativos conjuntos en las 16 entidades, hasta la cantidad de ahora. Son algunos de los datos de la Comisión camaral que preside el priista Adelio Vargas, mismos que fueron recogidos por La Jornada sabatina.
Así, pese a que no son tareas propias, porque tampoco está preparado para ello, el Ejército ha estado dando resultados a la encomienda presidencial. Ello incluye, desde luego porque no han sido capaces de evitarlo —aunque se lo propongan, lo digan o lo prometan—, las violaciones a los derechos humanos. Y nada lo justifica. Pero la responsabilidad es compartida por quienes toman la decisión de sacarlo de los cuarteles.
Con todo y que el tema debe someterse a debate legislativo. Porque para la ley militar puede no ser considerado violatorio el atropello a los derechos humanos que cometen, pero sí que lo es para la sociedad y a juicio y criterio de organismos de DH, sean asociaciones nacionales o internacionales. Sobre este asunto, se queja el general Galván de intromisión porque —justifica él— no hay tal impunidad en ese sentido. El tema es para debatir y para buscarle alguna solución. Sin que ello signifique, por supuesto, intento alguno de minar la confianza de la sociedad en la institución.
Un problema que va junto con pegado. Porque el gobierno federal, bueno el presidente Calderón, insiste en su “estrategia” de mantener el Ejército en las calles. Ciertamente que el flagelo sigue como causante de la mayor zozobra y de la inseguridad para la sociedad y que el Ejército hace su mejor papel, pero está faltando la redefinición de la estrategia. Porque se promete pero no se redefine el rol de las Fuerzas Armadas.
Así, pese a los resultados alcanzados, el general Galván y su cuerpo de inteligencia saben que la “guerra” contra el narcotráfico deriva en tremendo desgaste para la institución. Por eso el titular de la Sedena ha insistido, sin desobedecer la orden del jefe máximo, en la necesidad de redefinir la estrategia. La reunión reciente en el Senado de la República del Gabinete de Seguridad Nacional, donde también participó el general Galván —así como el titular de Marina Francisco Saynez, de Seguridad Pública Genaro García Luna y el titular de la PGR Arturo Chávez Chávez— ha puesto sobre la mesa (“en corto” con los legisladores, no obstante tratarse de un problema de interés público) los problemas de la inseguridad y lo que representa combatir al narcotráfico. Junto con la necesidad de redefinir la estrategia antinarco.
De ahí la necesidad del general Guillermo Galván, de insistir en la inconveniencia de mantener al Ejército en la lucha contra el narco. Lo dijo hace un año, y lo repite en cada ocasión que puede. La penúltima ocasión lo ligó con la necesidad de apoyar la reforma política de Felipe Calderón. Y el discurso de Galván se malinterpretó. Casi toda la clase política reaccionó alegando el espaldarazo para Calderón. Pero el mensaje era otro. La urgencia de replantear la estrategia y del propio papel del Ejército.
Por eso, dijo el general: “México merece que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance, civiles y militares, para que la patología del narcotráfico y sus irradiaciones sanguinarias se reduzcan a su mínima expresión lo más pronto posible. Nadie desea que esta lucha se prolongue indefinidamente. A nade conviene”. Y no sólo eso. También, sobre la lucha, agregó: “Si se extiende en demasía, si se alarga en excesos el trayecto de la conformación, no sólo se incrementa el número de víctimas inocentes, también se causará daño adicional a la población, porque podría terminar habituándose a la cultura de la violencia y esto sería la población, porque podría terminar habituándose a la cultura de la violencia y esto sería la distorsión a las percepciones colectivas. Produce mitos y fantasías en donde la ausencia de respeto a la vida humana y la insensibilidad absoluta al dolor son expresiones lamentablemente recurrentes”.
De las reuniones del gabinete de Seguridad Nacional con el senado, es de esperarse que salga una iniciativa para replantear la lucha antinarco. Porque Felipe Calderón se aferra. Todos ven la necesidad de relanzar la estrategia, menos el jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

Contacto: sgb33@hotmail.com

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