viernes, 19 de febrero de 2010

El narcoimperialismo

INSEGURIDAD
19/febrero/2010

*El análisis de un problema global
*La mexicana, mafia de exportación

(II y última parte)

Como síntoma de la descomposición que ha encontrado terreno fértil en la globalización, el fenómeno del narcotráfico no ha sido suficientemente analizado ni tipificado todavía. Pero ya es un problema mundial que empaña o involucra —según sea el caso— a Estados y por lo tanto a gobiernos casi por completo. Afecta a sociedades como la mexicana, que está poniendo las víctimas en el combate del flagelo (con relativo éxito se instrumentan políticas de contención del narco en Italia o en Colombia), a la vez que involucra deliberada o interesadamente a los sistemas bancario y financiero globales.
Tampoco se ha propuesto analizar el fenómeno como narcoimperialismo, en parte por la novedad, o en parte también porque se desconocen aún del todo las ramificaciones que tiene, o el grado de penetración en el mercado como actividad ilegal pero “tolerable” —al menos en países como el nuestro—, ni se sabe del alcance de los cárteles en el mundo porque sus redes son relativamente ocultas.
Como se dijo ayer, el término narcoimperialismo no es nuevo. Pero sí lo es, digamos, visto el problema del crecimiento del fenómeno desde la óptica de la globalización, o como uno de los factores de la descomposición del modelo neoliberal mundial. Porque el capitalismo lleva la corrosión en las entrañas, y muchos indicadores lo delatan. Pero tal vez ninguno como el narcotráfico, ese negocio que hace millonarios a pocos no necesariamente con estudios y una profesión.
Claro que a estas alturas se cuenta ya con una buena cantidad de material informativo. Sobre todo periodístico del tema. Hay abundante en diarios y revistas que han abordado el fenómeno de manera cotidiana porque se impone como tal. Es decir, en el caso mexicano los hechos se desbordan.
Hay también muchos libros sobre la problemática. La literatura narco está creciendo en dos sentidos: 1) como revelación meramente literaria, pero que para las editoriales es un tema que vende, o 2) como reportaje ampliamente documentado. Éste último, en su desarrollo, tiene el respaldo de la investigación periodística como sustento. Existe un seguimiento puntual de los hechos. Y hay estadísticas. Están los respaldos necesarios, como la revelación de algunos de los protagonistas detenidos, o en su caso las averiguaciones judiciales.
El hecho es que hay el asomo y el asombro al problema. Los análisis nos muestran relatos que van más allá de la ficción. Hay una realidad tan cruda como los ajustes de cuentas que derivan en muerte de los adversarios; o las pugnas entre bandas que a sangre y fuego se disputan los territorios para el desarrollo de la actividad, en todas las “plazas” del país. Sobre todo en aquellos estados cuya posición resulta estratégica por su cercanía con el mayor mercado consumidor. Es el caso de Ciudad Juárez, como otras entidades.
En tanto, con todo y que en nuestro país se ha declarado la consabida “guerra” contra el narcotráfico por parte del gobierno federal durante los últimos tres años, las autoridades están perdiendo la pelea, pese al uso de policías y del propio Ejército. Porque el problema tiende al alza cada vez. Crece y se reproduce como la hidra. Mientras desaparece un capo surgen dos o más. Un problema grave es que hay colusión de autoridades de varios niveles, locales y federales. Además, sin esa infiltración no habría semejante desarrollo del narcotráfico.
Cierto que como problema el narcotráfico no es nuevo en México. Su presencia comienza en los años 70. De ahí para acá. Pero encubierto por la globalización, el fenómeno ha aumentado a la sombra de la misma a partir de la década de los 90. Y como narcoimperialismo se ha desenvuelto mejor en la globalización, porque en esta faceta el mercado ha gozado de muchos privilegios. Y el Estado ha sido relegado a segundo término. El narcoimperialismo ha crecido con relativa libertad.
Muchas cosas se dejaron al garete de la oferta y la demanda. Y si a eso se suma la carestía de la vida, las pésimas condiciones de vida de los hombres tanto del campo como de las ciudades, donde no hay creación del empleo necesario. Si hay ciudades, muchas, en las cuales se ha descuidado también la distracción o la orientación para la creación cultural de los jóvenes. Si hay problemas con una educación que no satisface los estándares mínimos internacionales, como los de la OCDE.
Y si a todo se agrega que el narcotráfico tienta con los dólares a bocas hambrientas y a manos desempleadas, el problema se complica en cualquier parte del país. En tanto los gobiernos no atan ni desatan. Pero, ¿cómo no ha de crecer un problema con tamaños rendimientos?
Baste un ejemplo por ahora, tan sólo de la rentabilidad del negocio. Según una reciente presentación del autor de Mafia export, el italiano Francesco Forgione, lo que ocurre con un kilo de cocaína es, como ejemplo: “En manos del productor cuesta alrededor de mil 200 dólares. Y el mismo kilo, cuando llega a Nueva York, Milán o París, se multiplica por cuatro; es decir, cada uno de esos cuatro kilos vale alrededor de 60 mil dólares. Lo que genera 240 mil dólares”. De ahí el “lavado”. “Esa riqueza va a lavarse generalmente en la economía legal, haciendo perder la frontera entre economía legal e ilegal. En ocasiones se comercian sólo pocos kilogramos, pero también grandes cargamentos”.
Y para describir el problema en su dimensión dentro de la globalización, Forgione apunta. “En la dimensión global, una organización de criminales va a transformarse en una organización que tiene ramificación en muchos países, pero es una dimensión preferentemente financiera. Porque los capitales pueden viajar de México a Roma a Frankfurt, sin forma de control internacional. Y la globalización impulsó esa posibilidad”. Pero eso no es todo. Agregó: “Los grupos delictivos de México representan hoy una de las rutas fundamentales para la cocaína y la mafia italiana calabresa de la ´Ndrangheta, distribuidora mundial de droga”. Sí. Y los dividendos van a parar al sistema financiero internacional, o a los paraísos fiscales, contra los que nada se hace.

Contacto: sgb33@hotmail.com

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