domingo, 21 de marzo de 2010

EU, cambios con México

INSEGURIDAD
22/marzo/2010

*Renovar la estrategia antinarco
*Agenda de la Cumbre de seguridad

El clima de violencia que está azotando al país envuelto en la “guerra” contra el narcotráfico, y que se ve en: la pugna entre los carteles de la droga que se disputan varias “plazas” en estados como Nuevo León, Guerrero y Sinaloa; los recientes acontecimientos violentos de Ciudad Juárez donde resultaron asesinados empleados de consulado de Estados Unidos en esa entidad, está colocando a México en la mira de los Estados Unidos quien siente por ello amenazada su “seguridad” nacional desde la frontera sur.
Hay en puerta, como sabemos, dos sucesos importantes que servirán muy bien para sopesar la intencionalidad de los estadounidenses para con su vecino del sur, y se trata de la reunión de sendos gabinetes de seguridad nacional, así como del próximo encuentro entre Felipe Caderón y el presidente de EU, Barack Obama.
Está claro, sin embargo, que en su relación con México, EU quiere ver sólo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. En otras palabras, que para EU la responsabilidad por la inestabilidad derivada de la violencia en la frontera sur es sólo de México. Por lo mismo, no ve cómo rectificar compartiendo responsabilidades ni coadyuvar, sino sólo presionar e intervenir más en asuntos internos del vecino del sur. Y eso es peligroso para México. Al menos hasta en tanto no queden claros los términos de ese cambio de estrategia. Y asoman algunas intenciones.
Como EU acostumbra avisar sobre lo que se viene (previo al encuentro de mañana que definirá ya algunos términos de la nueva política), ya el embajador Carlos Pascual ha dicho que “el esquema de la relación bilateral” con México está “agotado”, como revela Proceso de esta semana, en una nota de Jenaro Villamil, “Relación agotada”. Del encuentro de la semana pasada de Pascual con integrantes de la Junta de Coordinación Política, sale a la luz pública que EU tiene más información de la que aparenta, y quiere cambios en la relación EU-México.
Beltrones y Monreal coinciden en que el embajador “tiene mucha información”. Y también “que maneja con mayor detalle los sucesos vinculados al crimen organizado, y que les planteó a los legisladores el inicio de un nuevo esquema de relación que involucre intercambio de información con el Congreso”, dice Proceso.
En entrevista, el legislador por el PT refiere que Pascual tiene una visión geopolítica de la relación con México, “que rebasa con mucho nuestra estrategia casera. Es más agudo que otros, sabe a lo que viene y está consciente de que México es la frontera más importante y más peligrosa para Estados Unidos”.
Una visión, la geopolítica, no sólo que es pobre en nuestro país, sobre todo hablando del gobierno y los legisladores —porque no ocurre lo mismo en el terreno de la investigación de México y el mundo—, sino que es urgentísimo desarrollar para ver las relaciones internacionales no con la lente del viejo nacionalismo sino bajo la óptica multidireccional y de los intereses estratégicos que pone por delante EU en su política exterior con otros como el nuestro.
Y, ambos senadores dejan entrever algo que debería preocupar al gobierno de Felipe Calderón y al PAN. Para Monreal, en EU “sienten que México les está representando un problema por su gobierno gris, que no tiene fuerza ni liderazgo para imponer políticas públicas que den tranquilidad a Estados Unidos”. Y por si la interpretación de Monreal fuera intencional, también Beltrones ofrece parte del planteamiento de Pascual.
Para el senador del PRI, coordinador de la Junta en el Senado, con el embajador se habló de “una mayor colaboración institucional y transexenal entre el Senado y la embajada de Estados Unidos”. Es decir, una relación no sólo con el gobierno, sino a pesar de él, “gris” como el de Calderón porque carece de liderazgo. Por eso EU quiere mejor una relación “institucional” con el Senado, para contar con un interlocutor más confiable: el propio Senado de México.
Eso debería preocupar, sobre todo, a Calderón su fallida estrategia antinarco le está generando problemas a EU en la frontera. Como en Juárez, con la llegada de miles de mexicanos que están pidiendo asilo o trasladando sus negocios a El Paso. No sólo los migrantes tradicionales, sino actores de todo tipo. Eso es un dilema para EU, por la violencia desatada en la entidad. ¡Como si lo fuera más para ellos que para nosotros!
Así, en lugar de que Felipe Calderón replante la estrategia, los EU hacen lo propio. En el marco de la Iniciativa Mérida, se proponen cuatro objetivos. Todos tienen que ver con “ayudar” a las agencias de la procuración de justicia adquiriendo nuevas tecnologías. EU pretende: 1) minar la capacidad operativa del crimen organizado, capturando a cabecillas, reduciendo las ganancias mediante el decomiso y frenar el lavado de dinero al igual que la producción.
Pretensión aparte, 2) el Estado de derecho, mejorando la capacidad de las instituciones de seguridad pública y las instancias judiciales; así como profesionalizar a las fuerzas armadas y la policía, mejorar correccionales e instrumentar la reforma penal; 3) mejorar la tecnología en la frontera, y agilizar el intercambio legal de mercancías y personas, restringiendo el flujo ilícito de drogas, armas, personas y efectivo; 4) comunidades fuertes, con programas de trabajo que involucren a los jóvenes en su comunidad, redes de protección civil y una mayor confianza en las instituciones. Parece el contexto de la cumbre de mañana.
Cuestión aparte es lo que los EU tienen medidas para su territorio. Obama solicitará: mayores recursos para invertir en la prevención y el tratamiento entre jóvenes; reducir la demanda de drogas y mejorar la procuración de la justicia, con un presupuesto de 15 mil millones de dólares, cantidad pequeña comparada con los más de 200 mil millones de dólares anuales que produce el narcotráfico.
Es decir, una estrategia por parte de EU, en el contexto de una visión geopolítica de un problema de dimensiones mayúsculas, frente al cual el gobierno mexicano parece pasmado. Como si esperara que los problemas se resolvieran desde afuera so riesgo de la soberanía. Entretanto, el escenario de violencia descompone ciudades completas, como los bloqueos de vialidades en Monterrey, los asesinados en Acapulco, la muerte de campesinos inocentes en Culiacán, y tantas manifestaciones más. La cumbre Calderón-Obama será para la foto, nada más.

Correo sgb33@hotmail.com

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