miércoles, 20 de enero de 2010

Chile, gana la democracia

INSEGURIDAD
19/enero/2010

*Piñera, beneficiario de la dictadura
*Con Frei pierde la inercia de 20 años

¿Cómo entender que la elección presidencial en Chile del domingo pasado la gana el candidato de la derecha, Sebastián Chao Piñera Echeñique, propuesto por la coalición (la ultra Unión Demócrata Independiente, UDI y Renovación Nacional, RN) soporte de la dictadura de Augusto Pinochet quien gobernó con la bota militar entre 1973 y 1990? ¿Será que los chilenos se inclinan nuevamente por un régimen, ni más ni menos que, autoritario de derecha? No.
La explicación no es sencilla, pero la balanza apunta en favor de los ciudadanos que deciden seguir consolidando la democracia en su país. Parece contradictorio, pero así es. Veamos por qué.
Para comenzar, el triunfo de Piñera sobre Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el candidato de la Concertación por la Democracia (compuesta por socialistas y democristianos) que había gobernado durante los últimos 20 años (el propio Frei había sido presidente entre 1994 y 2000), fue hasta la segunda vuelta y por un margen apretado (51.61 contra 48.38, al momento de escrutar el 62 por ciento de las mesas de votación). La primera vuelta arrojó: 44.5 para Piñera; 29.6 por ciento para Frei. Al anunciar su triunfo, el ganador repitió la fórmula de su campaña: “Derribar muros que nos dividen y construir puentes de encuentro”.
Es decir, señales claras de una concertación democrática, sin importar quien los presente. Porque Piñera es señalado como uno de los beneficiarios del régimen pinochetista en los tiempos de la privatización emprendida por los Chicago boys en ese país. Además, es el propietario de la televisora Chilevisión, el equipo de futbol Colo-colo, accionista mayoritario de la aerolínea LAN y durante su campaña dijo que incorporaría en su gobierno a ex colaboradores de Pinochet. Continuará, además, con la reducción del Estado y la promoción de la iniciativa privada. A Piñera se le conoce como el Berlusconi chileno.
Aparte, la derrota de Frei se gesta cuando la Concertación por la Democracia está por las nubes. Y esa es una de las razones por las que perdió el poder: el desgaste de las dos décadas, porque abusó y al mismo tiempo se confió. Porque, un triunfo de la actual presidenta, Michelle Bachelet, es que dejará el cargo con un elevado rango de aceptación —que ya quisieran muchos presidentes en América Latina—: el 80 por ciento de popularidad. También, los analistas, los medios y la sociedad le reclamaron a Concertación lo cerrado del proceso mediante el cual fue electo el candidato Frei.
Sin embargo, también el amplio apoyo a Frei es muestra del castigo a Piñera. Así que el propio ganador no las tiene todas consigo. Porque, incluso, una parte de su plataforma es la discriminación a la mujeres y el rechazo a los derechos de las minorías homosexuales. Temas que le traerán problemas. O sea, que el propio Piñera sabe que debe atender las demandas ciudadanas para poder mantenerse con aceptación en el poder presidencial. Esa es una de las razones por las que, igualmente, ayer mismo solicitó el apoyo de la presidenta saliente Bachelet: “Sus consejos”, le dijo. Así como, “una buena oposición” para tener un buen gobierno y seguir construyendo un buen país.
Para México y para el mundo Chile es ejemplo, más no modelo porque cada país tiene que armar sus propios métodos, de transición a la democracia. Desde la sangrienta dictadura del 11 de septiembre de 1973 en contra del presidente Salvador Allende, hasta la llegada del presidente Patricio Aylwin en 1990, el país vivió en el infierno. Las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet —además de derrocar a Allende, en aquél indigno ataque al Palacio de Moneda en Santiago de Chile— se estiman en varios cientos de miles.
Tan sólo la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, ordenada por el propio Aylwin el 25 de abril de 1990 y encabezada por el abogado Raúl Retting, arrojó los siguientes datos del “dramático pasado”: Muertes: 2.094; Desaparecidos: 1.102; Ubicados: 193; Paradero desconocido: 909; Torturados: 104.000; Violaciones de derechos humanos: 500.000; Detenidos maltratados: un millón. Y el informe fue considerado incompleto por los chilenos.
Aparte que tampoco se pudo encarcelar al dictador Pinochet, no obstante fue señalado —tan solo— como culpable de los 79 españoles desaparecidos durante la dictadura, y ser detenido por la policía británica el 15 de octubre de 1998 en Londres, por ordenes de los magistrados de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón y Manuel García Castellón, para ser enjuiciado. Los reiterados juicios en su propio país fueron eludidos mediante argucias legaloides, argumentando senilidad a conveniencia.
Pero los chilenos y el mundo señalaron a Augusto Pinochet como el principal artífice de la represión. Como uno de los peores dictadores que han surgido en América Latina y, siempre se sospechó hasta que se confirmó, auspiciados por Estados Unidos desde la embajada como plataforma de apoyo, para contener el avance del “comunismo” y la proliferación de las ideas de Allende en la región, “traspatio” estadounidense. Por eso el golpe de Estado. Por eso la represión. Por eso los 17 años de oscuridad dictatorial.
Por lo mismo, la urgencia de los chilenos de transitar hacia la democracia. Y eso ocurre desde que llegó al poder el propio Aylwin, sucedido luego por Ricardo Lagos, el propio Frei y la presidenta Bachelet.
Por eso, con Piñera no ganó la derecha. Triunfa el deseo por seguir andando en los senderos de la democracia. Alejados del maniqueísmo, de ver la solución a los problemas como un asunto de blanco y negro, los chilenos admiten la democracia como el medio para seguir construyendo a su país. Y al votar en contra de la Concertación por la Democracia, critican que no hicieron lo suficiente. Salvo un poco más de gasto social, son las críticas más constantes, socialistas y democristianos tan sólo han reproducido el esquema heredado por la dictadura. A ver si Piñero, ¡por ser de la misma sepa!, rompe con eso.

Contacto: sgb33@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario