lunes, 25 de enero de 2010

Alianzas partidistas 2010

INSEGURIDAD
26/enero/2010

*PAN-PRD, posturas pragmáticas
*El PRI, seguro; todavía no gana

¿Será posible ver juntos compitiendo por algunas gubernaturas a institutos políticos tan disímiles como el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, en este 2010? En el argot de la política, la polémica sobre dicha posibilidad ronda entre las dirigencias partidistas, nacionales y estatales, para anidar y causar polémica también entre la militancia. En estos días, las declaraciones al respecto llenan las planas de los diarios. Que si sí. Que si no. Porqué y en qué estados de la República sería posible. La polémica la inició el jueves pasado el titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
Si bien la ley electoral permite a los partidos formar alianzas de acuerdo a su conveniencia e intereses políticos, las elecciones de este año serán anticipatorias del escenario político del 2012. Pero en esta coyuntura queda claro —con todo y que en política no hay nada escrito, y casi bajo ninguna circunstancia por los intereses en juego—, que el PRI tiende hacia la recuperación de la Presidencia. Con un PAN en el gobierno que tiende a perder todavía más de lo que ya se le escabulló en las elecciones del 2009. El desencanto por delante. Ganado a pulso.
Y desde el punto de vista partidista, ese es un problema del PAN y para el PAN, primeramente. Después para otros, como el PRD, que quieren ir con todo a recuperar algo de lo perdido. Muchas cosas las ha hecho mal, como la rebatinga interna de los dirigentes por los cargos, los cotos de poder, las pugnas entre las corrientes, la antidemocracia y el desatino de olvidarse de las bases encierran parte del problema. Ni se digan los preceptos ideológicos, los compromisos de campaña con los ciudadanos que se esfuman sin más. Todavía peor, resulta que el PRD presúmase el aglutinador de las fuerzas de izquierda. Que no lo es. La chiquillada, por su parte, irá tras las necesarias alianzas acomodándose para luchar, para sobrevivir y también para seguir viviendo de los recursos que gastan a manos llenas y les otorga en Instituto Federal Electoral del presupuesto público.
Con un PRI firme, al resto de los partidos no les aqueda más que hacerle la competencia. Aún en contra de los principios ideológicos. Dice Santiago Creel que “hay ideología (con el PRD, que) no es pragmatismo”. Eso busca el PAN y el PRD con las anunciadas alianzas. Se presume que lo harán en algunos estados de los once donde habrá elecciones para gobernador este año. La mayoría, porque 10 están en manos del PRI. La mayoría de ellas ocurrirán el 4 de julio. Y las habrá en: Quintana Roo (a manos del PRI), Veracruz (PRI), Hidalgo (PRI), Durango (PRI), Oaxaca (PRI), Aguascalientes (PAN), Zacatecas (PRD), Chihuahua (PRI), Sinaloa (PRI), Tamaulipas (PRI), Tlaxcala (PAN) y Puebla (PRI). La única votación también para elegir gobernador que ocurra en otra fecha, 16 de mayo, es Yucatán.
En Baja California (PAN, el 4 de julio) y Chiapas (PRD, el 3 de octubre), habrá de votar por diputaciones locales y ayuntamientos. En total, en 2010, habrá elecciones en 15 estados; estarán en disputa 11 gubernaturas (9 a manos del PRI, una del PAN y otra del PRD), y se designará a 451 diputados locales y renovará autoridades en 1481 ayuntamientos. Como se ve, el tema (¿el pastel?) es de la mayor importancia. No es poco lo que se juega. Se comprenderá la urgencia de panistas y perredistas. Ambos llevarán el costo político de su decisión. Será su responsabilidad frente al electorado.
En Puebla, Durango y Oaxaca habrá coalición PAN-PRD. Y posiblemente en otros siete estados, para enfrentar a los cacicazgos priistas y el “autoritarismo”. Cierto que son ambas cosas. César Nava se justifica: que no va con el PRI, porque las diferencias son “no sólo profundas sino históricas”. Ahora resultan hasta enemigos. Eso sí que es contranatura.
El PAN, asegura Nava, dejará a la militancia elegir a sus candidatos. Porque la falta de alternancia se traduce en falta de democracia, según Rivadeneira, el secretario general adjunto de ese partido en Sinaloa. Como si la alternancia, de veras, hubiese sido con Fox o Calderón signo de democracia. Y las dirigencias priistas lo saben: son las preferencias electorales que originan el “coqueteo y el mercantilismo electoral” de los opositores. La sienten segura.
Lo demás son dimes y diretes de las dirigencias y de algunos líderes políticos que se vierten en los medios de comunicación. A Fox “no le suenan”, la alianzas con el PRD, “con un partido que no tiene principios, no tiene valores”, y no hay nada que compartir. “Desfiguros ideológicos”, para el PRI mexiquense. “Contranatura; un engendro sin la menor posibilidad de éxito”: Beltrones. “Dique para contener al PRI”: Javier Corral. “Polarizan y buscan emponzoñar al país”: Beatriz Paredes, lideresa del PRI. “No es que seamos ponzoña, somos veneno puro contra los cacicazgos; somos veneno puro contra la arbitrariedad. Esas alianzas van a ser un veneno puro contra aquellos gobernadores que han convertido sus estados en negocios particulares”: Jesús Ortega, líder del PRD. Justificaciones sobran.
Lo cierto es que, con la premisa de las alianzas o coaliciones políticas, tanto el PAN como el PRD pragmatizan sus posturas por varias razones: el temor a perder solos a manos del PRI, en cualquier estado; no quedar mal parados haciendo hasta lo imposible por ganar (venderle el alma al diablo si es posible); no perder cualquier posibilidad rumbo a la elección presidencial del 2012. Por eso los coqueteos, por los temores.
La polémica la inició Gómez Mont, durante una conferencia en el Colmex. Las alianzas acaban por convertirse en una suerte de “fraudes electorales”, dijo. “Decisiones sin contenido bajo la lógica del contrato político”. Bueno, reviró después, “una elección es democrática sólo si se da bajo el principio de la “transformación y resuelven avanzar juntos en esa lucha”. El tema se convirtió en un problema para todos. Unos más, otros menos.

Contacto: sgb33@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario